En el ámbito legal, el delito de tráfico de drogas es una cuestión seria y compleja. La legislación establece límites precisos para determinar cuándo la posesión de sustancias ilícitas se considera tráfico, y en el caso específico de la cocaína, la jurisprudencia juega un papel crucial en la interpretación de estos límites.
La Sentencia 741/2016 del Tribunal Supremo ofrece pautas esenciales para entender cuánta cocaína incautada se considera un delito de tráfico. Según la doctrina jurisprudencial, el destino al tráfico se infiere cuando la cantidad de droga supera el acopio medio de un consumidor durante cinco días. En el caso específico de la cocaína, se ha establecido que la cantidad de 7,5 gramos marca el umbral a partir del cual se presume la finalidad de tráfico.
Esta cifra se fundamenta en el consumo medio diario de aproximadamente 1,5 gramos de cocaína, respaldado por el criterio del Instituto Nacional de Toxicología. Este criterio, adoptado por el Pleno no jurisdiccional de la Sala en octubre de 2001, busca unificar criterios y proporcionar seguridad jurídica en casos relacionados con el tráfico de drogas.
Es importante destacar que el destino al tráfico no se limita estrictamente a la cantidad de droga incautada, ya que la sentencia menciona otros indicios relevantes. Entre estos indicios se incluyen las modalidades de posesión, el lugar de ocupación de la droga, la presencia de material o instrumentos típicos del tráfico de drogas, la clase y variedad de la sustancia incautada, su disposición en unidades aptas para la venta, la capacidad adquisitiva del acusado en relación con el valor de la droga, la actitud adoptada en el momento de la ocupación, manipulaciones realizadas en la droga, la ocupación de cantidades significativas de dinero sin justificación aparente, entre otros.
Estos indicios adicionales permiten a las autoridades inferir la finalidad de tráfico incluso cuando la cantidad de cocaína no alcance el baremo orientativo establecido. La combinación de estos factores proporciona un marco integral para evaluar si la posesión de cocaína va más allá del consumo personal y entra en el terreno del tráfico ilícito.
En conclusión, la determinación de cuánta cocaína se considera un delito de tráfico no se limita solo a la cantidad incautada, sino que implica una evaluación detallada de diversos factores. La jurisprudencia, como la Sentencia 741/2016 del Tribunal Supremo, proporciona orientación crucial para entender los límites legales en este contexto, brindando claridad y justicia en los casos relacionados con el tráfico de drogas. Si te encuentras involucrado en un caso de esta índole, es esencial buscar la asesoría de un abogado especializado en tráfico de drogas para garantizar una defensa efectiva y justa.
Salvador Castillejo Leonés, abogado colegiado en el ICAS (nº 16.040), es experto en Derecho Penal y graduado en Derecho y Ciencias Políticas por la Universidad Pablo de Olavide. Con un Máster en Abogacía y Derecho de la Contratación, ha publicado en la revista La Toga y complementa su experiencia con formación en Derecho Mercantil.