Ser acusado de un delito contra la libertad sexual es una de las situaciones más devastadoras que alguien puede enfrentar. La sola denuncia puede arruinar tu reputación, afectar tu entorno familiar y comprometer tu futuro. En estos casos, cada detalle cuenta, y uno de los factores más determinantes en la estrategia de defensa es el momento en que se interpuso la denuncia.
El Tribunal Supremo ha señalado que el retraso en denunciar no resta automáticamente credibilidad a la acusación, pero este elemento debe analizarse minuciosamente en su contexto. Un margen de tiempo amplio entre los hechos denunciados y la denuncia en sí puede ser la clave para demostrar inconsistencias en el relato acusatorio y debilitar la versión de la denunciante.
La postura de la Audiencia Provincial de Sevilla
Recientemente, la Audiencia Provincial de Sevilla ha resaltado cómo el retraso en denunciar un delito sexual puede generar dudas razonables sobre la versión de la acusación. Aunque en algunos casos puede justificarse el shock emocional, resulta difícil de entender que una persona no acuda de inmediato a las autoridades o a un centro médico si ha sido víctima de una agresión.
El tribunal subraya que una denuncia interpuesta meses después complica enormemente la investigación, pues la ausencia de pruebas físicas y testimonios recientes impide una verificación efectiva de los hechos. Este escenario puede ser aprovechado por la defensa del acusado para cuestionar la solidez de la acusación y evidenciar la falta de elementos objetivos que la respalden.
¿Puede una denuncia tardía ser tu mejor defensa?
El tiempo transcurrido entre los supuestos hechos y la denuncia puede convertirse en un argumento clave para la defensa. Algunas razones son:
- Ausencia de pruebas materiales: Cuanto más tiempo pasa, más difícil es aportar pruebas físicas que respalden la acusación. Sin evidencia forense, la denuncia se basa casi exclusivamente en la declaración de la denunciante.
- Contradicciones en el relato: La memoria no es infalible. Con el paso del tiempo, los detalles pueden modificarse, generando incoherencias en la versión de la acusación.
- Falta de testigos recientes: Las declaraciones de terceros son fundamentales en este tipo de procesos. Sin testigos que confirmen lo ocurrido en el momento adecuado, la acusación pierde fuerza.
- Posibles motivaciones externas: En algunos casos, las denuncias tardías pueden responder a conflictos personales, intereses económicos o estrategias en procesos de separación o custodia.
No dejes tu futuro en manos del azar
Una acusación de este tipo no solo pone en riesgo tu libertad, sino también tu vida personal, familiar y laboral. Un error en la estrategia de defensa, una mala gestión del caso o confiar en que «la verdad saldrá sola» puede llevarte a un desenlace no deseado.
En nuestro despacho de abogados penalistas en Sevilla, sabemos lo que está en juego. Nuestro equipo está especializado en la defensa de acusaciones por delitos contra la libertad sexual y diseñamos estrategias basadas en un análisis riguroso de cada caso.
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Salvador Castillejo Leonés, abogado colegiado en el ICAS (nº 16.040), es experto en Derecho Penal y graduado en Derecho y Ciencias Políticas por la Universidad Pablo de Olavide. Con un Máster en Abogacía y Derecho de la Contratación, ha publicado en la revista La Toga y complementa su experiencia con formación en Derecho Mercantil.